Me pregunto hasta dónde podríamos llegar si jugamos al juego de «Dime que eres de X sin decir que eres de X» antes de que adivines mi país. Pero no les aburriré con los problemas que asolan mi patria; de eso no se trata. Sin embargo, el país donde vivo es fundamental para esta historia que estoy tratando de contar.
Cumplí 32 este año, si contamos el tiempo real que he vivido en la Tierra. Sin embargo, según la teoría queer del tiempo, tengo unos 3 años. Esto significa que entré completamente en mi persona en 2018. Salí del armario como género queer en el taller donde trabajaba entonces, después de tomarme una selfie que me mostró una luz que había estado tratando de ignorar durante años. Miré mi cara de masculino-hoy-femme-mañana y me di cuenta de que no era la mujer que decía que era durante años y años. No voy a negar que con el tiempo, había estado notando que mi esencia se alejaba de lo que sabía como normal, hacia una tierra de incógnitas e incertidumbres. Me di cuenta de que ya no caminaba por el suelo que era y había sido una base segura de todo lo que sabía que era; más bien, ahora estaba rodeada de preguntas, ansiedades y vacíos en mi ser, para los que nadie parecía tener las respuestas.
Hasta que conocí a mi tribu.
Bueno, les conocía desde hacía un tiempo; dos de ellas eran mis amigas más cercanas, eran muy lesbianas y no muy femeninas. Estar con ellas y no tener que sucumbir a los estándares de belleza para los que ya no tenía la capacidad, era una muestra de libertad que no sabía que necesitaba. Había vivido como hetero-pasajera durante tanto tiempo, que no sabía lo que era simplemente existir en mis propios términos, en mi forma más verdadera. Una vez pensé que mi existencia era para mí, pero ahora que lo pienso, muchas de mis acciones complacieron las miradas de mis homólogos hetero. Hice cosas que les agradaron y les hizo mirarme, tanto hombres como mujeres cis-het. Afortunadamente, me he perdonado hace mucho tiempo; simplemente no sabía más, pero eso es un cuento para otro día.
Desarrollar un vínculo con mis amigos no tan nuevos me expuso a reunirme con más mujeres queer en mi país. Un país donde nuestra mera existencia está criminalizada. Me llenó de alegría ver que no estaba solx en mi confusión y mi otredad; en género y sexualidad.
Verás, soy una persona queer no binaria que vive en Nigeria, mi amado país. Suspiro.
Aquí, aunque no les guste ni acepten la homosexualidad, ser lesbianas, gays y bisexuales son las ramas más aceptables de la mafia del alfabeto. La mente promedio de Nigeria puede entender el concepto de que una mujer desea a otra mujer sexualmente, y viceversa para los hombres y el deseo entre ambos; esto no es demasiado para ellos. El nigeriano promedio está de acuerdo en que para este camino depravado que hemos elegido como queer, ser gay y lesbiana es lo más aceptables. ¿Pero ser TRANS? En cualquiera de las formas que trans* se presente. Ahí es donde trazan la línea. «¿Cómo puedes ser hombre pero tener cuerpo de mujer?» “You be woman nau, no dey do like man!” (¡Eres una mujer, deja de comportarte como un hombre!”). Entonces, ¿estás tratando de decir que Dios no te creó bien?» «Es solo una fase, lo superarás». El concepto de ser de un género diferente sacudió sus cerebros, pero lo «aceptaron» como entretenimiento gracias a personalidades como Bobrisky, James y Hassan.
Cuando se trata del género queer, género fluido y personas no binarias, se levantan, no hay sillas en la mesa para nosotros. En Nigeria, nosotrxs, ¿los ocupantes de la zona gris? Nosotrxs ¿los que no estamos ni aquí ni allá? Nosotrxs, ¿los que estamos a caballo entre las líneas media y externa del género? Hay un tipo diferente de intolerancia dirigido a nosotrxs que nos reduce a personas que no deberían estar aquí. Dicen que estamos confundidxs o que simplemente se nos ocurren nuevas formas de hacer que la comunidad LGBTQIA + esté más ‘de moda’. Existe la frase “si te identificas como esta otra cosa, puedo identificarme como un zapato” que reduce nuestra realidad a una fantasía pasajera y necesidad imperiosa de atención de… ¿el mundo? Nunca he entendido su línea de pensamiento, así que se lo dejo a ellos.
A pesar de toda la intolerancia, la discriminación y la violencia, seguimos creciendo como comunidad y como minoría dentro de la minoría. Usamos pronombres que solidifican nuestras nuevas identidades, nuestras identidades reales. Aún así, esto no es suficiente porque nosotrxs, que estamos a horcajadas en el área gris, permanecemos incomprendidxs y nos vemos forzadxs a esta no existencia por la forma de equivocar nuestrx género y nombrarnos muertos. Para mí, es una especie de censura sobre nuestra proclamación de la alteridad, nuestra verdad.
En un país donde se criminaliza ser LGTBQIA +, debes entender que hay entornos donde no puedo mencionar mis pronombres; me podría costar todo. Esta situación en sí misma es una causa constante para mí de ansiedad y depresión. Escuchar el pronombre incorrecto constantemente me impulsa a cuestionar lo que siento y sé sobre mí mismx ahora. Puede parecer nada importante, pero en los días en que las equivocaciones sobre mi género son abrumadoras, tengo que retirarme a mi espacio seguro y recordarme que soy más que mis pronombres.
Me recuerdo a mí mismx que están actuando desde un lugar de intolerancia y falta de comprensión, me recuerdo a mí mismx que soy un ser queer fantástico y debo permanecer resueltx en la que es mi verdad. Para mí, para mi cordura y las generaciones que vendrán después de mí.
Me recuerdo a mí mismx que debo escribir sobre lo que tengo que afrontar en mi realidad actual; documentarlo para aquellxs que vendrán después para que puedan ser conscientes y hacerlo mejor en su momento.
Escucho que alguien me llama y alguien más simplemente dice «ella está en la oficina».
Otro día más de ser gravemente misgendereado*.
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Nota de traducción:
*El concepto Misgender es un verbo en inglés que no tiene traducción al español. Significa “equivocarse de género”. En algunos países hispanohablantes se empieza a usar como anglicismo “misgenderear” para referirse a la acción de mencionar de manera equivocada los pronombres personales.
*Enby = persona no binaria. Pronunciación fonética de las letras NB en inglés.

AUTOR: UYOYO
Uyoyo es una persona queer no binaria, de Nigeria, que escribe como mecanismo de afrontamiento mientras navega en la vida. Su amor por la escritura nació a partir de años de leer historias tejidas sobre vidas tanto reales como de ficción. Le encanta el arte, escuchar música, la gente y la observación de aves; los grandes cuerpos de agua le calman. Es asistente legal comunitario en su país y forma parte del equipo de ELLA Nigeria.